Bajar la presión arterial y mantener las cifras de PA a los niveles adecuados es indispensable para poder eludir los efectos nocivos de esta enfermedad.
Hay, esencialmente, tres 'herramientas' para conseguirlo:
- Reduciendo el peso. Una reducción de 4 a 5 Kg de peso ya repercute favorablemente con una disminución de la presión arterial.
- Reduciendo el consumo de sal. Es necesario controlar los alimentos más perjudiciales tales como alimentos precocinados (pastillas de caldo, patatas chips, salsas comerciales, etc.), embutidos, conservas, salazones y ahumados, así como regular el uso de la sal en el proceso de cocción y recorrer cocciones al vapor, a la plancha ...
- Realizar una actividad física regularmente. Es necesario que, de forma regular, haga un paseo a paso ligero, de 35-45 minutos, tres o más días a la semana.